Las familias reconstituidas, en las que ambos o uno de los miembros de la pareja aporten hijos, tienen grandes desafíos ante ellos que se pueden superar gracias a los buenos consejos de profesionales como Eva Perea.
Una familia reconstituida es aquella que se forma a partir de dos personas que vienen de una relación anterior, y que puede que aporten a la nueva relación hijos de sus anteriores matrimonios.
Esta situación puede conllevar problemas, tanto para los adultos como para los hijos, al tener que adaptarse a una nueva situación y crear lazos con personas nuevas en sus vidas.
Llegar a una unidad requiere trabajo y un buen asesoramiento que pueden encontrar en profesionales como evaperea, profesional en terapia de parejas.
Los retos de las familias reconstituidas
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Este modelo de familia se está viendo en la sociedad cada vez más. Pero implica una gran cantidad de desafíos que hay que superar.
Estas relaciones no solo conllevan que la pareja pueda adaptarse uno al otro, sino que, además, tendrán que construir lazos con los hijos que uno o ambos aporten a la pareja.
Sobre todo en el caso de los hijos, tener que aceptar a una nueva pareja de su progenitor o progenitora puede ser un reto bastante grande. Hay que tener en cuenta que estas nuevas relaciones implican cambios significativos en la vida de todos, tener que adaptarse a un nuevo adulto y mantener la relación con el progenitor que ya no está todo el tiempo cerca.
Los miembros de la pareja también tienen que aprender a vivir en un nuevo entorno para ellos. Ellos suelen sentir la presión, frente a los hijos de su pareja, de los que no son sus padres, por lo que es importante que encuentren su rol dentro de la familia y puedan crear un hogar seguro y cómodo para todos.
Cómo superar los retos de una familia reconstituida
No siempre una familia reconstituida tiene por qué ser fuente de problemas. Pero para prevenirlos, es importante tener en cuenta algunos consejos que la profesional Eva Perea nos ofrece.
Conocerse antes de forjar vínculos
Los primeros que tienen la responsabilidad en esta familia, son los miembros de la pareja. Antes de forjar los vínculos, tanto entre ellos como con los hijos, deben tomarse tiempo para conocerse en profundidad, tanto en su rol como pareja como en su trabajo como padres.
Es importante tomarse tiempo suficiente y no apresurar las cosas, pues, de otra manera, puede ser desfavorable una vez que la familia se haya constituido de manera formal.
La integración de los hijos
La nueva familia debe tener espacio para todos. Los hijos de ambos deben sentir que son parte fundamental de esta familia y que se les tiene en cuenta. Deben tener su lugar cuando van a casa, pero nadie debe sentirse desplazado, ni hijos, ni ninguno de los miembros de la pareja.
Respeto y amor
No es fácil tratar con los hijos de la nueva pareja. Ellos nunca verán a la nueva pareja de su padre o su madre como su progenitor o progenitora. No se puede esperar que les llamen papá o mamá o esperar que respondan de forma favorable si todo se les impone.
Es importante construir una relación como familia basada en el respeto y el amor, siendo empáticos y siendo respetuosos con los sentimientos de los hijos.
Como en todo asunto importante, una relación fuerte y crear lazos en este tipo de familias conlleva tiempo y mucho trabajo. Pero con paciencia y ayuda de un profesional cuando se necesite, es posible conseguir una nueva familia unida.