😗 El museo de antropología – ciudad de méxico

Los aztecas (/ztks/) fueron una cultura mesoamericana que floreció en el centro de México entre 1300 y 1521, durante el periodo posclásico. Entre los siglos XIV y XVI, los pueblos aztecas incluían varios grupos étnicos del centro de México, especialmente los que hablaban la lengua náhuatl y gobernaban grandes franjas de Mesoamérica. La sociedad azteca estaba dividida en ciudades-estado (altepetl), y algunas formaban alianzas, confederaciones políticas o imperios. Tenochtitlan, ciudad-estado mexica o tenochca; Texcoco; y Tlacopan, anteriormente parte del imperio tepaneca, cuyo poder dominante era Azcapotzalco. El Imperio Azteca fue establecido en 1427 por tres ciudades-estado: Tenochtitlan, ciudad-estado mexica o tenochca; Texcoco; y Tlacopan, anteriormente parte del imperio tepaneco, cuyo poder dominante era Azcapotzalco El término aztecas se utiliza a veces para referirse a los mexicas de Tenochtitlan, pero también se utiliza para referirse a los estados o pueblos nahuas del centro de México durante el periodo prehispánico[1] así como en la época colonial española (1521-1821). Desde que el científico alemán Alexander von Humboldt desarrollara su uso popular a principios del siglo XIX, los significados de azteca y azteca han sido objeto de debate académico [tres]. [tres]

🧒 Antes de los aztecas y los mayas, los olmecas: la civilización

Los aztecas fueron una fenomenal civilización indígena que gobernó a lo largo de más de 300 años, convirtiéndose en la mayor potencia que ha gobernado México. La última gran potencia mesoamericana, abatida en el año 1400 por los conquistadores españoles, ha dejado un imponente legado que supera con creces al de los toltecas, a los que arrebataron la corona de mando a principios del siglo XIII. Su poder sobre la región central de México fue importante y relativamente rápido desde el principio, con sólo 50 años. La lengua azteca, el n’ahuatl, fue rápidamente adoptada, y aún hoy se pueden encontrar rastros de ella. Guacamole, chocolate, chile y aguacate son sólo algunas de las palabras aztecas que han llegado a la lengua inglesa.
El trueque era el único motor de la economía local. Cientos de miles de personas acudían a los enormes mercados del reino. Los aztecas, al igual que los mayas, eran tecnológicamente avanzados. Sus logros en las artes, la arquitectura y la filosofía eran notables.

👁 Javaad alipoor: democracia, teatro y raza | cuenca

Diferentes piedras naturales del Valle de México se utilizaron para la construcción de edificios durante los periodos azteca y colonial. Los efectos de la intemperie sobre la piedra se estudiaron in situ en varios edificios históricos del casco antiguo de Ciudad de México. En este análisis se discutirán diferentes aspectos de la meteorización y la erosión en tres importantes edificios históricos: el Templo Mayor de las excavaciones aztecas, la Catedral Metropolitana y el palacio colonial de los duques de Heras Soto. Se investigaron la densidad, la porosidad, la distribución de los radios de los poros, la tasa y el coeficiente de absorción de agua, la expansión térmica e higiénica y las propiedades mecánicas de resistencia a la compresión uniaxial en las principales piedras de construcción de estas estructuras. Fue posible deducir una relación entre los valores de las propiedades esenciales individuales y los tipos de intemperie únicos basados en las características del tejido de anisotropía.
El primer centímetro del material pétreo se ve especialmente afectado durante el proceso de meteorización. Como resultado, la distribución de los radios de los poros, la porosidad, la absorción de agua capilar y la dureza cambian. Este proceso se demostró claramente en pruebas de laboratorio con este material meteorizado. El agua penetra y persiste sólo en la zona meteorizada tras humedecer una muestra de piedra truncada (Fig. 5a). En comparación con el contenido no meteorizado, la contribución del tamaño de los poros cambia del 27 al 76 por ciento por la ventaja de un mayor número de poros capilares activos (Fig. 5I-III). Los poros capilares activos son los que tienen una dimensión transversal que va de 0,1 a >100 m. (Klopfer 1985). En comparación con el material intacto, la porosidad aumenta del 10% al 13% (Fig. 5I-III), mientras que la dureza superficial medida con un durómetro DO (ASTM D 2240) disminuye hasta el 70%. Figura 5

💨 ”puebla, méxico” el estado ideal / el estado ideal

El sacerdote abrió de un tajo el torso del cautivo y extrajo su corazón aún latente. El sacrificio, uno de los miles que se llevan a cabo en la ciudad santa de Tenochtitlan, alimentará a los dioses y asegurará la supervivencia del mundo.
El cuerpo fue llevado a otra sala de rituales, donde fue colocado boca arriba. Hicieron una incisión en el delgado espacio entre dos vértebras del cuello, decapitando el cuerpo de forma experta, armados con años de experiencia, conocimientos anatómicos exhaustivos y cuchillas de obsidiana más afiladas que el acero quirúrgico actual. Los sacerdotes cortaron hábilmente la piel y los músculos de la cara, reduciéndola a un esqueleto, con sus afilados cuchillos. A continuación, tallaban el cráneo con grandes agujeros en ambos lados y lo colocaban en un grueso poste de madera que contenía otros cráneos preparados de la misma manera. Los cráneos se destinaban al tzompantli de Tenochtitlan, un enorme estante para cráneos construido frente al Templo Mayor -una pirámide con dos templos en la cima- en Tenochtitlan. Uno estaba dedicado a Huitzilopochtli, el dios de la guerra, y el otro a Tlaloc, el dios de la lluvia.