¿Producto “milagro” o cosmético de eficacia demostrada científicamente? Hay de todo. Hay tantas cremas reductoras y tanta rivalidad entre sus fabricantes que algunas marcas exageran los efectos positivos de su uso hasta el extremo de atribuirlas poderes “mágicos”. La mayoría de las cremas reductoras son eficaces para los fines para los cuales han sido creadas, sí. Pero la publicidad con que se lanzan al mercado bordea, cuando no traspasa, las “líneas rojas” de la veracidad.
Como actúan las cremas reductoras: las cremas reductoras efectivas ayudan a la quema de grasas (lipolisis); activan la circulación de la sangre para eliminar la grasa; evitan la absorción de grasa y estimulan la actividad de las células que forman el tejido adiposo (adipocitos).
Hay cremas reductoras que contienen cafeína entre sus ingredientes porque la cafeína activa la lipolisis (quema de grasas), de manera que ayudan a eliminar esta siempre molesta grasa que tenemos de más. También pueden tener un efecto drenante, para favorecer la pérdida de volumen y movilizar los líquidos y las toxinas.
Pero hay mucha leyenda, también, en este mundo. Muchos mitos mezclados con verdades, y esto es lo que conviene aclarar.
La “Operación Bikini” anual
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La proximidad del buen tiempo permite llevar ropa ligera, y ésta siempre puede poner en evidencia algunos rasgos físicos que consideramos que nos desfavorecen. El principal de ellos es el exceso de grasa, precisamente en lugares de nuestra anatomía donde se supone que no debería de estar.
Empieza la “Operación Bikini”, como todas las primaveras, con los ojos y la mente puestos en el verano. Nos entran de repente todas las prisas por estar a punto para “lucir palmito” y buen tipo, eliminando esa tripa cervecera, tan poco favorecedora, o esa celulitis tan molesta.
La “puesta a punto” para la temporada primavera-verano no es fácil y cualquier ayuda es bienvenida, con tal de hacer desaparecer la grasa acumulada en las zonas estratégicas del cuerpo, como la cintura. La crema reductora promete ser una gran aliada para conseguir nuestros fines. ¿Pero, es verdad todo lo que nos cuentan de ella?
Mitos de la crema reductora
Primer mito: la crema reductora adelgaza. Es el gimnasio y una buena dieta controlada de cerca por un médico endocrino lo que te hará adelgazar. Ejercicio y alimentación equilibrada son tus armas más eficaces, las principales, para poder perder peso y tonificar el cuerpo.
La crema reductora nunca te hará adelgazar. Lo que hace es ayudar durante el proceso de reducción de centímetros, pero no es una solución milagrosa, porque los milagros, si se dan, se producen muy de vez en cuando, como en Fátima o en Lourdes. Y no en el salón de tu casa.
La crema reductora no funciona por sí sola. No tiene sentido ponerse hasta arriba de calorías, dulces y carbohidratos y aplicarse una crema reductora para contrarrestar. Si haces eso, lo único que adelgazará es tu bolsillo.
La vida saludable y la actividad física son el verdadero “milagro”. Y si además usas una crema reductora, los efectos mejorarán.
Segundo mito: la crema reductora no te da unos abdominales “de tableta”. Si quieres tener unos abdominales bien marcados, haz deporte y ejercicios de abdomen, siempre supervisados por un especialista, porque hacerlo “por libre” lo que te puede traer es una dolorosa lesión, como mínimo. Las cremas reductoras y otros cosméticos disminuyen la grasa abdominal, pero con ejercicio y deporte. Además, tampoco te harán perder kilos.
Tercer mito: la crema reductora no tiene efectos inmediatos. Esos anuncios del “antes” y el “después” en cuestión de horas, o en muy pocas jornadas, son cuentos. Los cosméticos reductores cumplen con su función, sí, pero a base de constancia y paciencia.
No por echarse más crema vas a adelantar los efectos. Debes seguir escrupulosamente las instrucciones de aplicación de la crema. Si acaso, para aumentar la efectividad puedes contar con un masajista que lleve a cabo un masaje drenante profesional.
Verdades y realidades de la crema reductora
Primera realidad: muchas cremas reductoras (por no decir todas) deben aplicarse a través de un potente masaje drenante. Gracias al masaje puede disminuir parte de la grasa presenten en el abdomen. Pero lo más importante para obtener resultados es ser constante en estos masajes.
Segunda realidad: los beneficios de la crema reductora se producen con una correcta aplicación. No basta sólo con untarla en la piel para que surta el efecto deseado. Todos los beneficios de la crema reductora se centran en su aplicación correcta. Si es con un masaje, la sangre llegará mejor y con más fluidez a las zonas en las que se acumula la grasa; drenará esta zona e ir´ña disminuyendo la presencia de dicha grasa.
Tercera verdad de la crema reductora. Muchas son “preventivas”, no “curativas”. Las cremas reductoras de cintura, sobre todo, tienen unas funciones preventivas, porque dificultan la acumulación de grasa y la retención de líquidos. Dicho de otra forma: las cremas reductoras son más eficaces antes de que surja el problema, por lo que no debes esperar a que éste se plantee.
¿Cuáles son las mejores cremas reductoras?
Las mejores cremas reductoras son las que se adaptan a tus necesidades y tienen una calidad profesional.
Hay muchas cremas que puedes usar para reducir volumen, pero debes de tener claro qué quieres, ya que es lo más importante para que te puedan aconsejar debidamente. Lee muy bien el objetivo del producto y sus componentes.
Si aun así no lo tienes claro, es mejor que te pongas en mano de un profesional para que te pueda indicar qué es lo mejor para ti.
Las cremas reductoras son un excelente aliado para nuestros fines, pero debemos de ser conscientes de sus funciones y capacidades. Busca la crema reductora que mejor responda a lo que de verdad necesitas. Y no lo olvides: no hay “milagros”.