Todas las miradas se dirigen hacia los labios al hablar con las personas. Esta zona del cuerpo capta la atención, por eso hay quien decide acudir a un médico de cirugía plástica para hacer retoques o reparar posibles defectos, mejorando su forma para que resulten más atractivos.
Hay zonas del cuerpo que llaman más la atención cuando nos encontramos frente a otras personas. Los labios es una de esas zonas que están más a la vista y que, de forma inmediata, captan la atención de los que nos rodean.
Los labios sonríen, pueden ser sexis y que tengan la forma adecuada ayuda a crear una belleza facial difícil de dejar de mirar. Por eso, hay personas que se deciden por utilizar la cirugía plástica para mejorar esta zona de su cuerpo y darles a sus labios un volumen o un delineado más perfecto.
Para ello se utiliza una técnica de cirugía plástica conocida como queiloplastia, que se encarga de aumentar o quitar volumen o reparar los labios con malformaciones, posibilitando que el paciente disfrute de unos labios que proporcionen un equilibrio perfecto a la estética facial, resultando más atractivos.
Queiloplastia, diferentes técnicas ajustadas a resultados
La queiloplastia tiene diferentes ramas dependiendo del resultado que se espere a la hora de retocar los labios.
- La queiloplastia de aumento, como su nombre indica, trata de aumentar el volumen de los labios al inyectar ácido hialurónico, por ejemplo.
- Queiloplastia reductora, es la que se encarga de acabar con tejido que sobre, haciendo que el volumen del labio se vea más armónico teniendo en cuenta el resto de la cara.
- Queiloplastia reparadora, es la que se encarga de eliminar defectos de los labios producidos por problemas genéticos, quemaduras o cicatrices por otras operaciones.
- Queiloplastia secundaria es la intervención que tiene como objetivo reparar o corregir los efectos de una operación o tratamiento médico realizado de un momento anterior.
Queiloplastia secundaria, que debes saber
De entre todas las cirugías mencionadas antes, la queiloplastia secundaria o reparadora, permite que algunos fallos cometidos en cirugías anteriores puedan ser corregidos, ofreciendo una imagen más natural y equilibrada del labio.
Tras una operación en esta zona del rostro, puede que aparezcan algunas secuelas producidas porque el cuerpo los rechace y produzcan efectos secundarios que estropean la imagen estética general.
Estas secuelas se producen debido al uso de materiales que no son reabsorbidos por el cuerpo y que, a largo plazo, pueden provocar la aparición de bultos, asimetrías o que los labios parezcan demasiado gruesos.
Estos errores deben ser corregidos de forma meticulosa, y para ello es importante acudir a un especialista acreditado y formado para poder aplicar una técnica como la queiloplastia secundaria o reparadora.
Ponte en manos de profesionales
Sin importar el tipo de cirugía de labios que uno quiera realizarse, lo más fundamental es acudir a un profesional especializado y con alta formación que pueda ofrecer la solución adecuada, y realizar el procedimiento con la mayor rigurosidad, evitando secuelas futuras.
Hay que tener en cuenta que exponerse a cualquier tipo de cirugía puede tener algunas contraindicaciones que es necesario conocer.
Así, acudir a médicos especialistas en cirugía plástica, como la Dra. Verónica Izquierdo, que tengan experiencia en cirugías como la queiloplastia secundaria, es la mejor forma de tener la garantía de ponerse en manos de un profesional que realizará la intervención con cuidado.