🐭 Roscos de anis esponjosos
🌕 Chupitos de tarta de queso de speculoos
1. En una cacerola mediana, llevar a ebullición el azúcar, el agua y las especias. Reducir el fuego a bajo y continuar la cocción durante unos 25 minutos, o hasta que el azúcar se haya disuelto y el sirope haya espesado ligeramente. Dejar enfriar ligeramente antes de servir.
2. Engrasar las manos y enrollar la masa en bolas del tamaño de una pelota de golf. En una sartén alta, calentar el aceite a fuego muy lento y empezar a añadir las bolas con cuidado. Fríe lentamente hasta que se doren por todos los lados, unos 2 o 3 minutos por rosquilla. Asegúrese de no quemarlos. Introducir los donuts en el almíbar y dejarlos reposar de 3 a 5 minutos. Sacar las tortitas del almíbar y comerlas calientes o frías.
🐯 Ciambella italiana – receta original italiana (2min)
Todos los años, la gran fritura del carnaval veneciano se desarrolla de la misma manera. El teléfono suena la noche anterior al Martes de Carnaval. Es la abuela al otro lado de la línea. Ha sido fritada, dice, gritando en el receptor como de costumbre, segura de que si lo hace, la oiré mejor. Miro hacia afuera: es una tarde de febrero triste, lluviosa y con niebla, pero podría hacer el esfuerzo por un plato de rosquillas.
Me pongo el abrigo y salgo. La abuela vive al final de la calle, a un minuto a pie de nuestra puerta. La encuentro abajo, como suelo hacer cuando ha estado cocinando todo el día. Está limpiando las salpicaduras de azúcar en el cemento. El aire está cargado de un olor agrio que huele a levadura y a aceite de cocina usado. Tres pequeños pelotones de bandejas de aluminio están pulcramente cubiertos con papel de cocina floreado sobre la mesa. Ella coge una bandeja de cada grupo y me la pone en las manos: una con cuadrados finos como el papel (crostoli), otra con bolas del tamaño de una nuez (favette) y otra con un montón de fritole esponjoso y acolchado. “¿No acabas de hacer fritole?” “Vale, porque tenía el aceite calentándose…
☑ Cómo hacer conchas | receta de pan dulce mexicano
Siento que debo decir que las comidas que recuerdo de mi infancia fueron hechas por mi abuela de memoria en el transcurso de todo un domingo, presionando pizcas de cariño en mi mejilla con una mano mientras revolvía y removía el contenido de una caldera burbujeante con la otra. Podría intentar encajar mis recuerdos, pero no me parecería bien. No es que mi familia no sea capaz de cocinar; es sólo que no cocinamos de la misma manera.
Los panecillos comprados en la tienda, crujientes y con mantequilla sacados de la tostadora en pequeños platos de papel blanco, y cualquier tipo de macarrones -en particular los raviolis rellenos de queso de mamá Rosie con leche y pan de ajo- son los alimentos que mejor recuerdo. Los raviolis estaban congelados, pero el montículo de parmesano de cinco centímetros de altura que había encima estaba todavía fresco, rallado a mano a partir de una cuña de la nevera.
A mi madre le gusta recordar que una vez me preguntó: “¿Sabes quién soy?”, de la forma en que lo hacen los niños al conocer los nombres de sus familiares. Le dije que sabía quién era: que era el tío Artie. “¡Claro, eres el amigo del tío Artie!” respondí cuando la tía Mella me hizo la misma pregunta unos momentos después.
✌️ Galletas italianas de anís
La temporada de Carnaval ha llegado, trayendo consigo el encanto de los postres fritos. Otros países no parecen mostrar la misma moderación que Inglaterra, que celebra el inicio de la Cuaresma con un modestísimo “martes de tortitas”.
Pero ¿quién iba a decir que Asturias, en el norte de España, estaba tan loca por el carnaval como Alemania, Río o Nueva Orleans? No tenía ni idea hasta nuestras recientes vacaciones en la hermosa región española de Asturias, donde nos sirvieron estas deliciosas “casadielles”.
Las casadielles suelen estar rellenas de nueces picadas y anís o ans, el popular licor de anís que se encuentra en España y sus vecinos. No lo encontré en nuestra nevera, así que utilicé Pernod en su lugar (mucho más fuerte y con una nota de regaliz más pronunciada, así que utilícelo con moderación). Cualquier tipo de alcohol servirá, al igual que el vinagre de vino blanco si no quieres beber nada. En ese caso, yo añadiría una pizca de anís molido a la mezcla, ya que su aroma complementa muy bien este postre.