😻 Beneficios de las acelgas

A diferencia de otras verduras de hoja verde, las acelgas aguantan bien las temperaturas cálidas. Las acelgas crecen en lugares donde las temperaturas de verano son regularmente de 80 ° F (26 ° + C) y pueden tolerar temperaturas bajas de 30 ° F (-0 ° C) en comparación. Si las acelgas empiezan a florecer cuando hace mucho calor, corte el tallo de floración inmediatamente y la planta producirá más hojas.
Desarrolle las acelgas bajo un túnel de plástico o en un marco frío en las regiones de invierno frío. Puede evitar que las acelgas se congelen en un marco frío cubriendo las plantas con paja o heno. Las acelgas hibernadas le proporcionarán una cosecha temprana en primavera.
Corta primero las hojas exteriores para que las interiores crezcan más o corta toda la planta a una pulgada (2,5 cm) por encima del suelo. Corta las acelgas hoja por hoja. De cualquier manera, la planta seguirá produciendo nuevas hojas.
La tierra también se adhiere a las hojas erizadas de la acelga. Llene un fregadero con agua tibia para limpiar las hojas y agítelas, luego levántelas y póngalas a escurrir en un colador; repita este paso si queda tierra. Seque las hojas al aire o con un paño o una toalla de papel antes de guardarlas.

✳ Recetas con acelgas

Las acelgas tienen hojas grandes, carnosas, tiernas y de color verde intenso y tallos gruesos y crujientes, también conocidas simplemente como “acelgas”. Las acelgas son parecidas a las espinacas, aunque no están emparentadas, pero con un sabor más profundo y asertivo (o, como algunos piensan, amargo).
Algunas son blancas, otras doradas-anaranjadas y otras rojas (llamadas acelgas rubí o ruibarbo), e incluso hay acelgas arco iris. Los distintos tipos de acelgas tienen tallos y costillas de diferentes colores. El sabor varía muy poco, pero las acelgas rubí tienen un sabor ligeramente más fuerte.
Las hojas y las pencas deben cocinarse por separado, o las raíces, al ser más firmes, deben cocinarse unos minutos más que las hojas. Se lavan las hojas y se cortan las pencas, dejándolas enteras o picándolas según convenga. También habrá que cortar las nervaduras de algunas hojas más viejas. Según sea necesario, las hojas pueden dejarse enteras o picadas.
Busque hojas sin decoloración marrón, de color verde brillante y de aspecto nuevo. Los tallos deben ser sólidos. Las hojas de acelga más grandes, a diferencia de muchas verduras, no son intrínsecamente más duras que las más pequeñas.

🔷 Cómo cocinar las acelgas arco iris

Dependiendo de dónde seas o del tipo de tarta que prefieras, la pizza tendrá un aspecto y un sabor muy diferentes. La de estilo napolitano, la de estilo neoyorquino y la de plato hondo de Chicago son pizzas muy populares a nivel nacional, pero ¿has oído hablar de la pizza de Detroit? Pregunte a cualquier habitante de Michigan y ésta es la pizza que llevan consumiendo desde hace décadas. Siga leyendo para conocer la pizza al estilo Detroit y cómo prepararla en casa.
En una sartén grande a fuego medio-alto, derrita la mantequilla y el aceite de oliva juntos. Añada el ajo y la cebolla, y cocine hasta que estén fragantes, durante 30 segundos. Añada el vino blanco y los tallos de acelga. Cocine a fuego lento hasta que empiecen a ablandarse los tallos, unos 5 minutos. Incorpore las hojas de acelga y cocine hasta que se marchiten. Por último, añada el zumo de limón y el queso parmesano; sazone con sal al gusto, si es necesario.
Es una receta perfecta, casi imposible de estropear. Cuando la preparé, no tenía cebolla roja, así que utilicé cebolla amarilla e incluso cebolla congelada picada, y ambas funcionaron muy bien. Puedes añadir garbanzos o judías cannellini si buscas una receta un poco más contundente y ni siquiera eso lo estropea. En lugar del vino blanco, he utilizado caldo de pollo. El único consejo que descubrí al hacerla es cortar los tallos de las acelgas en trozos bastante finos para que queden tiernos -después de la primera vez que la cociné, empecé a cortarlos en trozos de 1/4 a 1/8 de pulgada cuando mis tallos de acelgas resultaron un poco ásperos, y eso funcionó […] […] […]

🌐 Cómo cocinar acelgas y berzas

Considerada parte de la familia de la remolacha, tanto en climas fríos como cálidos, la acelga crece bien. Se puede comer tanto el tallo como las hojas crudas o fritas, lo que la convierte en una planta muy versátil. Para más información sobre cómo cultivarlas, consulta este artículo sobre cómo plantar remolachas. No le decepcionarán las numerosas formas de cocinar las acelgas.
Como las acelgas, especialmente el tallo, tienden a ser duras o muy duras, lo mejor es hervirlas en agua para ayudar a ablandarlas. Hace poco compartimos esta receta típica de blitva; estamos seguros de que su amor es una acelga croata hervida con una guarnición de patatas rojas.
Es posible rehogar las acelgas frescas, pero es mejor añadir algún tipo de líquido para humedecerlas, como el zumo de tomate (o agua). Por lo general, cuando cocinamos con acelgas suizas, se trata de una mezcla de hervido o de cocción al vapor junto con el salteado.
Instrucciones Lavar las acelgas y cortarlas en partes de 4′ de largo. Añade agua a una olla mediana y llévala a ebullición. Añadir las acelgas al agua hirviendo y cocerlas durante 10 minutos. Escurrir, guardar 1⁄2 taza del caldo (líquido) para saltear. Añadir 2 cucharadas de mantequilla a una sartén y cocinar a fuego medio. Añadir a la sartén el ajo picado con la mantequilla derretida. Añadir sal y pimienta y mezclar.