Uno de los muebles que no pueden faltar en los hogares, es el sofá, el cual ha llegado a convertirse en el elemento central de los salones. En vista de ello, es útil conocer la importancia que tiene el sofá como producto de descanso y como artículo decorativo. 

El origen del sofá se remonta a miles de años atrás, cuando fue creado para proporcionar descanso y comodidad a quienes poseían mayor jerarquía. Con el tiempo, pasó a estar presente no solo en los hogares de las personas, sino también en sus lugares de trabajo y sitios de reunión social.

Hoy en día, sin duda, es una de las piezas imprescindibles en los salones de las casas, así como en algunas oficinas, debido a que además de servir para reposar, tiene mucha influencia en la decoración y estilo de las estancias. En este sentido, hablaremos sobre la importancia del sofá como producto de descanso y como artículo decorativo.

El sofá como elemento de descanso

Tal como se mencionó anteriormente, la función principal del sofá es brindar la suficiente comodidad para que las personas puedan descansar en él. Y aunque son muchos los tipos y modelos que se pueden encontrar en las tiendas, uno de los preferidos para colocar en un salón es el chaise longue, ya que es perfecto para recostarse y ver la televisión, leer un buen libro, sentarse a disfrutar una taza de café o té, estirar o levantar los pies, y simplemente disfrutar de un momento de relajación.

Esto se debe a que la estructura del sofá en forma de L, le permite constar de un asiento con más prolongación que el resto. A pesar de su gran tamaño, este tipo de mueble es muy versátil, pues algunos modelos permiten acomodar las piezas como mejor convenga a las personas, ya sea según la distribución del salón o la oficina donde se vaya a ubicar, o igualmente, de acuerdo al uso que se le vaya a dar, para descansar y dormir un rato, o para recibir visitas y que todos se puedan sentar cómodamente.

El sofá como parte de la decoración

Siendo el sofá una pieza que llama tanto la atención, es necesario considerarla como uno de los elementos principales en la decoración de los hogares u oficinas, llegando incluso a ser el mueble que define el estilo y los colores de la estancia. Un ejemplo de ello es el sofá rinconera, el cual es un tipo de sofá clásico, pero que ha podido adaptarse a los diferentes estilos, mediante el uso de géneros y acabados que le permiten combinar en cualquier estancia.

Aunque el sofá rinconera es un mueble grande, al igual que el chaise longue, estos tienen la capacidad de ajustarse a cualquier espacio. Todo gracias a su versatilidad, pues al acomodarse perfectamente en las esquinas, permite optimizar al máximo los espacios en una estancia reducida, mientras que en un lugar amplio, se puede ubicar en el centro y lucir muy imponente.

Consejos para elegir el sofá perfecto

Elegir un sofá, ya sea para el salón o la oficina, es una acción muy importante y que se debe hacer de forma inteligente, debido a que este debe ser lo suficientemente cómodo para proporcionar un buen descanso y cuidar las posturas de los usuarios, pero al mismo tiempo, debe cumplir algunas características estéticas para hacer juego con la decoración del lugar. De este modo, puede ser útil seguir los siguientes consejos para elegir el sofá perfecto:

  • Tamaño. Medir el espacio donde se quiere colocar el sofá es algo necesario para determinar qué tipo de sofá es el más conveniente.
  • Uso. Un sofá puede estar destinado para varios usos: recibir vistas, lugar de descanso o simple decoración. Hay incluso algunos que se pueden extender y servir para dormir.
  • Género textil. Según sea la frecuencia del uso, unos modelos pueden resultar más convenientes que otros, por la resistencia y durabilidad. Asimismo, se debe tener en cuenta la facilidad para limpiarlo, sobre todo si hay niños y mascotas.

Finalmente, se pueden elegir modelos que tengan espacio de almacenamiento o sean extensibles, los cuales son muy útiles en lugares con poco espacio.