🔵 Actividades para la comunicacion
🌞 Actividades de pensamiento creativo
Practicar ejercicios de improvisación puede mejorar considerablemente las habilidades de comunicación y minimizar el miedo escénico. Los delegados pueden practicar fácilmente la narración de historias, la representación de papeles y la actuación ante un público reducido en la atmósfera controlada de una clase. Este tipo de ejercicios de improvisación son beneficiosos para mejorar las habilidades de presentación, la elaboración de informes y el rendimiento en las reuniones. Los actores utilizan estos ejercicios de forma habitual para preparar sus papeles.
Muchos instructores siempre están buscando el siguiente ejercicio mejor para sus clases. Sólo en esta plataforma hay cientos de ejercicios para elegir. Incluso puedes decidir crear los tuyos propios, pero lo que hace que un ejercicio tenga éxito es una cuestión clave.
También puedes utilizar Internet para obtener ideas para tu propio diseño o utilizar “recetas” de ejercicios. Parece que no paran de aparecer nuevos sitios web, cada uno de los cuales ofrece un número cada vez mayor de ejercicios de formación para empresas. El problema es que la gran mayoría de estos ejercicios son terribles. Hay que preguntarse si el autor ha probado alguna vez el ejercicio antes de ponerlo a disposición del público en general.
👅 Comentarios
Divida al grupo en equipos de dos personas. Se distribuye un papel y dos lápices a cada equipo. Cuando el líder pone en marcha el reloj (se recomienda un límite de dos minutos), los compañeros de equipo deben escribir una sola letra entre ellos, insertando una sola palabra cada vez. Deben escribir lo más rápido posible, regresando sólo para releer la última palabra insertada.
La gramática y la pronunciación no deben tenerse en cuenta. Los signos de puntuación sólo pueden utilizarse cuando sean absolutamente necesarios para que la carta tenga sentido. No es necesario terminar el mensaje. El grupo debe concentrarse en escribir una carta a alguien que desee, en el estilo que elija. Cada carta se lee en voz alta a la comunidad después de los dos minutos.
Ten en cuenta que si juegas a este juego más de una vez, se produce una serie de acontecimientos fascinantes. Las letras a veces no tienen sentido al principio. No hay que evitar este “nivel de garabatos”; al fin y al cabo, el significado abstracto de lo absurdo puede ser muy divertido. Las cartas se volverán más coherentes a medida que se juegue más a menudo.
😚 Actividades de comprensión oral
En el mundo actual, disponer de un conjunto de habilidades lingüísticas orales adecuadas se considera una destreza vital necesaria. Desde sus primeros años, los padres pueden enseñar a sus hijos las habilidades comunicativas básicas y esforzarse por mejorarlas a medida que se desarrollan. Es un gran error creer que los niños pueden desarrollar habilidades comunicativas adecuadas sin la orientación de sus padres. Hoy en día, los padres enseñan a sus hijos no sólo a comunicarse con eficacia, sino también con respeto.
Este famoso y entretenido juego ayuda a los niños a mejorar su capacidad de escucha y puede ser disfrutado por niños de todas las edades. También se puede utilizar a otros miembros de la familia. Todos deben sentarse en círculo, lo suficientemente cerca como para susurrar rápidamente. Se empieza con un niño que susurra un mensaje al oído del jugador sentado a la derecha, que a su vez lo susurra al oído de su vecino, y así sucesivamente hasta que todos los integrantes del círculo hayan tenido su turno. Al final, el jugador lee el mensaje en voz alta. Después, el mensaje puede ser revelado por la última persona que lo haya enviado. Es casi seguro que el mensaje inicial y el mensaje final recibido serán diferentes. Empieza con un mensaje sencillo y ve subiendo a frases más complejas.
🔉 Actividades de comunicación pdf
Como director de programas para jóvenes, John se unió a The Food Project en mayo de 2005 y colaboró en el establecimiento de la sede de The Food Project en North Shore, que se encuentra en Lynn, Beverly y Wenham. Actualmente es el Director Adjunto de The Food Project, donde se encarga de supervisar y desarrollar la cartera de programas de la organización, asegurándose de que se alinea con la visión y el propósito de The Food Project y los cumple. Colabora con otros para identificar y aplicar el plan estratégico, asegurando que se cumplan las prioridades y los objetivos de la organización en todos los ámbitos. John es licenciado en Microbiología y tiene un máster en Política y Gestión Sanitaria Internacional por la Escuela de Salud Pública Heller de la Universidad de Brandeis. La experiencia de John en el activismo juvenil incluye trabajo en educación, alfabetización, prevención del VIH/SIDA y servicio comunitario. Cuando no está trabajando, a John le gusta cocinar, pasar tiempo al aire libre en otoño, ir de mochilero y explorar nuevas zonas, y leer libros junto al fuego o columpiarse en las hamacas.