😲 Galletas de avena y arándanos

En una zona del bosque cercana a nuestra casa de campo crecen innumerables plantas de arándanos silvestres que dan fruto desde mediados de agosto hasta finales de septiembre. Al igual que muchos de nuestros vecinos, programamos una expedición anual de recogida de arándanos silvestres: al rastrear las plantas y llenar los recipientes con nuevos arándanos silvestres siempre parece que nos llevamos el botín. Los arándanos silvestres son increíblemente sabrosos.
Nos comemos muchos de los arándanos frescos y por racimos, pero todavía hay suficientes para poder guardar algunos para hornear. Los utilizo para hacer magdalenas y financiers sencillos, así como postres más elaborados, como helados y tartas. A menudo me propongo congelar algunas para utilizarlas más tarde, una práctica que creo que todo el mundo debería adoptar. No hace falta estar cerca de un árbol de arándanos. Compra cestas de arándanos silvestres cuando estén a la venta, normalmente desde mediados de agosto hasta mediados de septiembre. Extiéndelos en una bandeja para hornear en una sola capa en casa, congélalos y luego pásalos a bolsas de plástico con cierre. Con este sencillo consejo, tendrás un invierno lleno de delicias de arándanos.

🌸 Galletas de arándanos tik tok

Doblé la receta y las dejé caer con una cucharilla. Probé la primera tanda y luego espolvoreé azúcar y canela en las siguientes bandejas. ¡Casi no pasaron de la mesa de registro cuando las llevé a un picnic!
Dupliqué la receta y los dejé caer con una cucharilla. Probé la primera tanda y luego espolvoreé azúcar y canela en las siguientes bandejas. ¡Casi no pasaron de la mesa de registro cuando los llevé a un picnic!
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Para este nutriente, actualmente no hay información disponible. Por favor, consulte a su médico o dietista registrado antes de hacer esta receta para uso personal si usted está en una dieta médicamente restringida.
Doblé la receta y los dejé caer con una cucharilla. Probé la primera tanda y luego espolvoreé azúcar y canela en las siguientes bandejas. ¡Casi no pasaron de la mesa de registro cuando los llevé a un picnic!

🖤 Galletas de arándanos con limón

En una zona del bosque cercana a la casa de campo de nuestra familia crecen innumerables plantas de arándanos silvestres, que dan fruto desde mediados de agosto hasta finales de septiembre. Al igual que muchos de nuestros vecinos, programamos una expedición anual de recogida de arándanos silvestres: al rastrear las plantas y llenar los recipientes con nuevos arándanos silvestres siempre parece que nos llevamos el botín. Los arándanos silvestres son increíblemente sabrosos.
Nos comemos muchos de los arándanos frescos y por racimos, pero todavía hay suficientes para poder guardar algunos para hornear. Los utilizo para hacer magdalenas y financiers sencillos, así como postres más elaborados, como helados y tartas. A menudo me propongo congelar algunas para utilizarlas más tarde, una práctica que creo que todo el mundo debería adoptar. No hace falta estar cerca de un árbol de arándanos. Compra cestas de arándanos silvestres cuando estén a la venta, normalmente desde mediados de agosto hasta mediados de septiembre. Extiéndelos en una bandeja para hornear en una sola capa en casa, congélalos y luego pásalos a bolsas de plástico con cierre. Con este sencillo consejo, tendrás un invierno lleno de delicias de arándanos.

🔆 Galletas de chocolate blanco y arándanos

Dupliqué la receta y las dejé caer con una cucharilla. Probé la primera tanda y luego espolvoreé azúcar y canela en las siguientes bandejas. ¡Casi no pasaron de la mesa de registro cuando las llevé a un picnic!
Dupliqué la receta y los dejé caer con una cucharilla. Probé la primera tanda y luego espolvoreé azúcar y canela en las siguientes bandejas. ¡Casi no pasaron de la mesa de registro cuando los llevé a un picnic!
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Para este nutriente, actualmente no hay información disponible. Por favor, consulte a su médico o dietista registrado antes de hacer esta receta para uso personal si usted está en una dieta médicamente restringida.
Doblé la receta y los dejé caer con una cucharilla. Probé la primera tanda y luego espolvoreé azúcar y canela en las siguientes bandejas. ¡Casi no pasaron de la mesa de registro cuando los llevé a un picnic!