🤔 Perspectiva histórica de la educación inclusiva

Se calcula que hay 93 millones de niños discapacitados en el mundo. Los niños con discapacidad, como todos los niños, tienen objetivos y aspiraciones para el futuro. Ellos, como todos los niños, necesitan una educación de alta calidad para mejorar sus capacidades y alcanzar su máximo potencial.
Los niños con discapacidad, por otra parte, suelen ser ignorados en la elaboración de políticas, lo que limita su acceso a la educación y su capacidad de participar en la vida social, económica y política. Estos niños se encuentran entre los que tienen más probabilidades de estar sin escolarizar en todo el mundo. Se enfrentan a obstáculos sistémicos a la educación como resultado de la discriminación, el estigma y la incapacidad de los responsables de la toma de decisiones para incluir la discapacidad en las instalaciones escolares de forma regular.
Casi la mitad de los niños discapacitados no van a la escuela, en comparación con sólo el 13% de sus compañeros que no tienen discapacidad. A los niños con discapacidad se les suele negar la oportunidad de participar en sus familias, en el mercado laboral y en las decisiones que más les conciernen porque se les ha negado la capacidad de aprender.
Se habla de educación inclusiva cuando los niños están en las mismas clases y escuelas. Significa oportunidades reales de aprendizaje para grupos anteriormente marginados, como los niños con discapacidades y los hablantes de lenguas minoritarias.

📓 El aula de inclusión: un movimiento de educación inclusiva

Serge Thomazet, investigador y experto en el campo de la educación especial para niños con discapacidades, pasó gran parte de su carrera en Quebec, Canadá, y luego en la Universidad de Clermond-Ferrand, Francia. Sus escritos1 y conferencias2 han ayudado a dilucidar lo que está en juego en ambas opciones. Para empezar, un breve análisis histórico nos ayudará a comprender mejor los orígenes de la palabra “inclusión”, así como los beneficios de su uso.
Hace un siglo, en la mayor parte del mundo, los niños con anomalías importantes no iban a la escuela y, en general, estaban excluidos de la sociedad. En el siglo XX, se crearon gradualmente en Francia y Suiza instituciones especializadas como el IME (Institut Medico Educatif) y el CMP (Centre Medico Pedagogique), que ofrecían a los niños unas condiciones de aprendizaje adecuadas a la discapacidad que pudieran tener. A pesar de las intenciones positivas que se esconden tras el desarrollo de estas opciones, se creó una situación de segregación para estos jóvenes, relegándolos a la periferia de la sociedad.

😍 Antecedentes históricos de la educación inclusiva parte-1 por aafiya

Nueva Zelanda comenzó a utilizar un sistema escolar de patrocinio nacional y gestión regional en 1877. La escolarización estaba abierta a todos los niños de 5 a 15 años, con asistencia obligatoria para los niños de 7 a 13 años. Los niños que no podían asistir por enfermedad o ubicación geográfica constituían una excepción.
El objetivo de esta estrategia es garantizar que todos los neozelandeses tengan derecho a ser incluidos, a participar y a tener oportunidades. El plan tiene 15 objetivos. El tercer objetivo, “Proporcionar la mejor educación a los discapacitados”, está directamente relacionado con la educación.
En el estudio de revisión se abordan los obstáculos para el aprendizaje, el refuerzo del aprendizaje de los niños con TEA, el desarrollo profesional, la evaluación, la dotación de recursos, la detección de conductas, la financiación de apoyos provisionales, la detección temprana de la audición y la Ley de Lengua de Signos de Nueva Zelanda.
Este nuevo enfoque de los PEI considera al niño como un alumno competente y exitoso que tiene la capacidad de aprender en el aula y en la escuela. Garantiza que el niño se implique, estudie y participe activamente, además de tener una relación positiva con el profesor. Incluye un equipo de colaboración y una serie de métodos de evaluación, y valora la cultura, la lengua y la identidad del niño.

📒 El poder de la educación inclusiva

Separado de sus compañeros de segundo grado hay un niño no verbal de 7 años con síndrome de Down, síntomas de abuso y un diagnóstico de TDAH. En su escuela segregada, se le ladran órdenes con la presunción de obediencia. Las hojas de trabajo son su principal herramienta de enseñanza, y ningún adulto en su vida tiene otra visión para su futuro que el institucionalismo. Una clase de segundo grado pasa los tres primeros días de clase estudiando las normas y las directrices, al tiempo que anticipa que un nuevo amigo se unirá a ellos en la reunión matutina de la semana siguiente. El profesor dirige una conversación sobre la diversidad y los niños con necesidades especiales, e inspira a los alumnos para que aporten ideas para que su clase sea más acogedora para su compañero. Se organizan los asientos, así como los juegos para romper el hielo en los que participará completamente su nuevo amigo. Se anima a los alumnos a dar la bienvenida a sus compañeros en educación física, música, recreo, pintura y tiempo de biblioteca. Exploran cómo notificar al instructor si su amigo se vuelve violento o huye, así como la posibilidad de que venga un perro de terapia.