🙉 El desarrollo de la autonomía en los adultos

En dos momentos, la infancia y la adolescencia, los niños demuestran un deseo de autonomía. En los últimos años, este sentido de autogobierno, de sentir, actuar y pensar individualmente, se hace especialmente profundo a medida que los adolescentes son más conscientes del mundo que les rodea y confían en sus propias capacidades. Aunque todos los padres quieren que sus hijos se desarrollen de esta manera y es necesario que lo hagan para vivir una vida feliz y productiva como adultos, este cambio también conlleva algunos problemas tanto para los hijos como para las madres y los padres.
Esta teoría se refiere a los pensamientos y sentimientos que intervienen en la forma de relacionarse con los demás. Los adolescentes emocionalmente autónomos son capaces de explorar sus propias soluciones cuando se enfrentan a un dilema, en lugar de confiar en los padres o en los compañeros para que les proporcionen apoyo emocional.
Se produce un cambio de pensamiento en el periodo de la adolescencia temprana (los años crepusculares). Los padres son vistos por primera vez como individuos reales con defectos y fortalezas. Cuando se interesan más por las amistades y crecen las relaciones románticas, en lugar de recurrir a sus padres, los adolescentes buscan apoyo emocional en sus compañeros.

👐 Ejemplos de autonomía cognitiva

Resumen La presente investigación estudia la relación entre la autonomía de los adolescentes y el estrés de los padres en familias con hijos de 10 a 17 años. Se obtuvieron mediciones independientes de padres e hijos. Los padres de los primeros años de la adolescencia registraron bastante más estrés que los padres de la preadolescencia o de la adolescencia media. Los padres de los primogénitos informaron de un estrés considerablemente mayor que los padres con más experiencia. Mientras que las madres y los padres registraron niveles comparables de estrés parental general, diferentes factores fueron en parte el producto de su estrés. Si sus hijos informaban de que no seguían sus consejos y tenían comportamientos desviados, los padres informaban de niveles de estrés más altos. En el caso de las madres, el estrés estaba significativamente relacionado con el deseo de mayor autonomía para sus hijos. El aislamiento emocional, tanto de las madres como de los padres, no fue un factor importante para predecir el estrés parental. Se discuten las consecuencias de los resultados para la relación entre padres e hijos durante la adolescencia.

⭕ Desarrollo de la autonomía durante la adolescencia

University Park, Pensilvania, 25 de marzo de 2010 – La toma de decisiones en la familia es una vía importante para que los jóvenes alcancen la libertad y la transparencia, y la adolescencia es un periodo de creciente autonomía. Un estudio longitudinal del College of Health and Human Development realizado por investigadores de Penn State concluye que los adolescentes tienen más voz en algunos campos que en otros, y que ciertos adolescentes tienen más autonomía que otros.
Los investigadores encuestaron anualmente a los padres sobre la toma de decisiones de sus hijos adolescentes en unas 200 familias blancas y euroamericanas durante un periodo de nueve años. En ocho áreas de la vida de sus hijos, las madres y los padres registraron quién tomaba las decisiones: tareas domésticas, apariencia, toque de queda y hora de acostarse, salud, tareas escolares, vida social, operaciones e ingresos.
El estudio demostró que la aportación de los jóvenes en las decisiones aumentó de forma constante de los 9 a los 14 años, y luego aumentó de los 15 a los 20 años. Los jóvenes han intervenido más en las decisiones sobre la apariencia, los deportes, las tareas escolares y la vida social que en las tareas, el bienestar y los toques de queda. Las decisiones sobre el dinero y la salud seguían siendo tomadas conjuntamente por los padres y los adolescentes al final de la adolescencia, entre los 18 y los 20 años, lo que indica que la autonomía evolucionó más progresivamente para este tipo de decisiones.

🙏 Qué es la autonomía del adolescente

Puede ser muy agradable enseñar a los estudiantes jóvenes (YL) porque les gusta aprender a través de actividades atractivas y prácticas, juegos y canciones. Sin embargo, también puede ser una lucha para manejar el aula y mantener a los jóvenes involucrados. Puede tener efectos muy positivos en las acciones y en el ambiente general del aula ofrecer a los YL opciones y oportunidades para que aporten sus ideas. En el Rincón del Profesor de este mes compartiremos ideas sobre cómo los educadores pueden cultivar la autonomía y la independencia de los jóvenes estudiantes.
Puede ser muy agradable enseñar a los jóvenes estudiantes (YL) porque les gusta aprender a través de actividades atractivas y prácticas, juegos y canciones. A lo largo de un curso o año escolar, los jóvenes estudiantes también pueden mostrar un gran desarrollo académico, y ver esta mejora es muy alentador para los profesores.
Sin embargo, enseñar a los jóvenes no es sencillo, a pesar de los aspectos positivos, y ciertamente conlleva su propio conjunto de desafíos. En cuanto a los procedimientos y las normas, los alumnos jóvenes suelen necesitar una orientación mucho más explícita que los alumnos mayores y más independientes. También puede ser un reto a veces manejar el aula y mantener a los niños pequeños involucrados. Los educadores de YL se encargan de ayudar a sus alumnos a desarrollar